El perfil del vendedor de la óptica mayorista y de las tiendas en general, debe describirse a la luz de tres aristas, como son los conocimientos que debe poseer para poder prestar un servicio superior a los clientes, las habilidades comerciales y de servicio que le deben aportar para que su gestión supere las expectativas del consumidor, y la actitud positiva y optimista que siempre deberá transmitir a su entorno para generar un ambiente favorable para el servicio y las ventas.
Conocimiento actualizado:
Un vendedor de óptica debe siempre contar con un conocimiento actualizado sobre su empresa, los consumidores a los cuales se dirige, y los productos que ofrece.
Nada más apropiado para un cliente y visitante a la óptica que encontrarse con un representante de servicio que no solo está dispuesto a atenderle sino que esta lo suficientemente preparado para asesorarle y brindarle soluciones a sus necesidades.
Por ejemplo, si necesita unas monturas que sean resistentes a las condiciones inhóspitas del deporte que practica, el ideal es que el vendedor de la óptica le pueda hablar con propiedad al respecto, mostrarle los productos más adecuados y resistentes, darle alternativas para que el cliente pueda seleccionar con toda confianza y garantía.
Ser un gran observador y tener los sentidos alerta:
Los sentidos en el vendedor son muy importantes para permitirle intuir un problema, una necesidad, cuando acercarse a apoyar al visitante de la óptica, hasta donde aconsejar y cuando permitirle un espacio para que la misma persona tome su propia decisión.
Ser un gran observador es una cualidad que le permite al vendedor de la óptica, percibir lo que necesita el cliente, el tipo de servicio que prefiere, y la manera que desea ser abordado.
No todos los clientes son iguales, algunos son mas o menos tímidos, mas o menos abiertos a la novedad, mas o menos empoderados para tomar las decisiones en ese preciso momento. La observación te facilita, descubrir la oportunidades de servicio y de negocio.
Actitud de servicio:
La actitud de servicio es como una semilla que sembrada en un terreno fértil permitirá dar unos frutos maravillosos. Sin actitud de servicio, no valdrán los conocimientos porque éstos se malgastarán ya que el cliente los sentirá falsos y sin sentido.
En cambio, si el representante de la óptica siente verdaderamente que se debe brindar al servicio de sus clientes y visitantes, entonces este sentimiento lo trasmitirá a su entorno, para generar un ambiente agradable y sincero para hacer negocios.
Compromiso con sus promesas:
Una persona comprometida con sus causas, entregada a su negocio, sintiéndose participe de su desarrollo, consciente que los clientes son su razón de ser y existir, que entiende que su palabra y sus compromisos son sello de garantía, porque velará por cumplirlos sin descanso, y si algo se sale de las manos y de su control, lo comunicará oportunamente y buscará remediar el contratiempo.
El compromiso es el primer signo de la responsabilidad, la cual todo vendedor de la óptica debe poseer dentro de sus valores y filosofía de trabajo.
Irradiar entusiasmo:
Nadie desea acercarse a una persona odiosa y antipática, sin esperanza ni optimismo. Por ello, el vendedor debe tener un entusiasmo a flor de piel, que sea real y se irradie por todo el lugar. Con ello, las personas desearán estar en su compañía y le escucharan sus consejos y recomendaciones.
La alegría se contagia y produce beneficios, y son las emociones preferidas por los visitantes de las tiendas y el comercio. La alegría y el entusiasmo incita y motiva, provoca ganas de vivir y de lograr cosas. Si un clientes se encuentra con un vendedor alegre y optimista, seguro que tendrá más probabilidades de comprarle.